En esta nota vas a descubrir cuáles son los estilos de peinado que más te convienen para evitar el debilitamiento del cabello y su consecuente caída.
¿Qué es lo que causa la caída del cabello?
Es poco probable que tu obsesión por probar nuevos peinados sea la causa principal de la caída de tu cabello. La verdadera raíz del problema radica, justamente, en la raíz del pelo: el cuero cabelludo. Se trata del colágeno que se acumula alrededor del origen del pelo, que se solidifica hasta endurecerse y así impide la nutrición adecuada. Su consecuencia inmediata es el debilitamiento del cabello, y la presión que ejerce en el folículo provoca que cada pelo se desprenda fácilmente de su raíz.
Si bien el tipo de peinado – como una cola de caballo o una trenza – no es la razón fundamental de la pérdida prematura de cabello, sí pueden resultar determinantes para mejorar o empeorar la situación. Si notás que al realizarte algún tipo de peinado perdés más pelo que lo habitual, entonces puede ser momento para que pienses en cambiar tu estilo. Si dejás tu cabello suelto, vas a darle a las fibras capilares un respiro y evitar el estrés innecesario que les ocasiona estar en tensión.
Tips para cuidar del pelo frágil
Lo más importante es ser cuidadoso con el cabello en los hábitos cotidianos. Si al cepillarte o cuando te bañás te das cuenta de que estás perdiendo más pelo que de costumbre, lo primero a modificar es la intensidad con la que te peinás y que te aplicás el shampoo. Además, es clave que utilices aquellos productos que sean formulados para esta afección. La línea Dercos Aminexil de Vichy es perfecto para atacar este problema.
Lo que tenés que evitar son tinturas invasivas y el sometimiento del cabello a tratamientos estéticos que incluyan altas temperaturas, como por ejemplo permanentes o secadores de pelo. Los expertos recomiendan dejar el pelo suelto, sin atar, el mayor tiempo posible para no alterar la elasticidad natural de las fibras. Si usás algún tipo de sombrero o casco para trabajar, entonces conviene usar una red protectora, ejerciendo la menor presión posible sobre el cabello recogido.