Conocé las funciones de estos tres productos esenciales para poder perfeccionar tu maquillaje y cómo aplicarlos para lograr un rostro perfecto.
Primer o prebase
Puede ser que aún no conozcas sobre las prebases y mucho menos cómo usarlas. No te preocupes: acá te contaremos todo lo que necesitas saber. Para que el acabado final sea espectacular, impecable y duradero entonces tenés que incorporarlos a tu kit. Sirven para disimular exceso de brillo y unificar el tono de la piel en distintas zonas del rostro.
Sus beneficios son múltiples: desde primers para párpados con el fin conseguir mayor duración de las sombras que aplicás, pasando por unas especialmente pensadas para aportar luz en áreas oscuras del rostro o absorber grasa acumulada.
Para aplicar correctamente la prebase tenés que poner unas gotas desde el centro a los extremos del rostro y luego extender el producto con movimientos circulares. No apliques mucha cantidad, sino que conviene ir regulando en función a la necesidad de tu cutis. También podés mezclarla con la base de maquillaje y usarlos simultáneamente.
Base
Lo importante en este caso es encontrar qué es lo que conviene según tus gustos y tu tipo de piel. Si tu cutis tiende a presentar brillosidad optáa por una base matificada de larga duración. Si lo que querés es, por el contrario, dar luminosidad a tu piel entonces debes elegir una base bien ligera y maleable, pero tené en cuenta que si tu piel tiene muchas imperfecciones esta elección no será la indicada. Si eres de estar en constante movimiento y con una rutina muy agotadora entonces elegí una base de larga duración (24 horas) como condición imprescindible.
Ahora bien, el tipo de base también es otro factor a tener en cuenta. Fluido, compacto, en polvo o en crema....son varias las opciones y es cuestión de que pruebes con cuál te sentís más cómoda. Nunca elijas un color más oscuro al de tu tonalidad porque se verá artificial; en cambio, intensificá los colores en las zonas donde afectaría el sol naturalmente.
Corrector
En el caso de que decidamos usar un maquillaje que incluya muchas sombras en párpados o unos ojos ahumados, entonces el corrector debes ponerlo al final. Para este tipo de estilos, la zona de la ojera puede verse manchada durante el proceso y nuestro aliado correcto puede ayudarnos a corregirlo.
Más allá de que podés alterar el orden según convenga, lo primordial es recordar que primero se aplica siempre lo líquido y en última instancia los productos en polvo.