Consejos para aumentar el volumen del cabello
¿Cabello poco abundante o con falta de densidad? Podemos devolverle el volumen que merece con un buen shampoo.
¿El cabello nos pone los pelos de punta? Pérdida de vigor, de volumen… ¿incluso tememos lavarlo, por temor a que pierda todavía más densidad? Es momento de probar un nuevo shampoo que ayudará a dar la densidad que tu cabello necesita.
Perder el miedo a lavarse el cabello
El lavado del cabello es un gesto de higiene cotidiana y esencial. Pero para aquellas y aquellos cuya cabellera es poco abundante, es un momento temido. Se lo percibe como un factor de aumento de la pérdida del cabello. Sin embargo, se trata de un prejuicio, así que no dudes en lavarlos más de dos veces por semana porque “¡los cabellos no caerán menos si no los lavamos!”.
¿Un consejo para los cabellos sin densidad? En lugar de frotar enérgicamente el shampoo sobre el cuero cabelludo, lo hacemos espumarse en las manos y luego aplicamos la emulsión obtenida sobre los cabellos”.
¿Qué tipo de shampoo intensifica el volumen?
El lavado con shampoo es un hábito complementario de un tratamiento específico. Optemos por la suavidad de una fórmula “liviana” para no irritar el cuero cabelludo. Un shampoo es, por definición, un producto que va a ser enjuagado: los elementos activos que quedan sobre el cuero cabelludo son por lo tanto menos numerosos, aunque proporcionan un resultado inmediato en densidad y recubrimiento del cabello.
El masaje durante la aplicación del shampoo
En el caso de los cabellos poco abundantes a los que, por lo tanto, les falta volumen, el bulbo se encuentra ligeramente atrofiado por una vaina de colágeno muy rígida. Eso impide a la microcirculación acceder al bulbo para aportarle los nutrientes necesarios. Con su bulbo debilitado, el cabello caerá… Entonces, al momento del lavado con shampoo, nos tomamos dos minutos o más para masajear el cuero cabelludo con la punta de los dedos para estimular la microcirculación. Atención: la idea no es rascar con las uñas sino más bien efectuar un masaje placentero con la yema de los dedos.
La Redacción