El sol, ¿es malo para la piel?

Lo esperamos durante todo el año, pero el sol no es el mejor amigo de nuestra piel. ¡Enterate por qué y cómo protegerte en esta nota!


Nuestra consejera dermocosmética y farmacéutica, Loubna Id Said, afirma que el sol está lejos de ser el mejor amigo de la calidad de nuestra piel. ¿Por qué? Por tres grandes motivos:

1. El sol es el responsable de un bronceado desparejo
Si bien nos broncea y nos da ese lindo y sexy color caribeño, también puede causar un bronceado desparejo, principalmente por dos razones. Primero porque el espesor de la piel no es homogéneo en todas las zonas del rostro. El sol es más agresivo sobre las zonas finas, donde aparecen manchas más rápidamente. Entonces, resulta obligatorio proteger el rostro y el escote con una crema solar eficaz y no olvidar volver a aplicarla frecuentemente sobre las zonas más delicadas.

En las zonas en las que naturalmente estamos menos expuestas (como en las piernas, por ejemplo) debemos fortalecer la coloración con un autobronceante para lograr un bronceado homogéneo sobre el conjunto del cuerpo.

2. No hace más que ocultar una tez pálida
En efecto, si nuestro semblante suele tener un aspecto cansado, esa tez apagada permanecerá bajo el bronceado. “En principio, la culpa es de los productos para el cuidado del rostro que no son recomendables para ese tipo de piel y que no son lo suficientemente hidratantes”. Es un fenómeno amplificado por los rayos UVA largos, quienes son los responsables de la tez opaca. Según Loubna Id Said, para superarlo hay una única solución: “bajo la crema solar que nos protege profundamente de los rayos UVA (con un índice de 50 o más para las pieles más claras o sensibles), optemos por un serum o una crema de día hidratante”.

3. El sol espesa la piel y produce granos
Para protegerse del asalto de los rayos UVA, la piel se espesa y produce melanina (que causa el bronceado). Cuanto más se espesa, menos luminosa se hace y resulta menos permeable a los activos de los tratamientos. Como resultado, al final de unas vacaciones bajo el sol, aparece aquello que los dermatólogos llaman “el efecto rebote”, es decir, el inevitable retorno de los granos.

Para reducir los daños es fundamental protegerse con una crema solar con un alto índice de protección. “Los rayos UVA resecan las zonas con imperfecciones, pero al mismo tiempo espesan la piel, bloquean los poros e impiden la salida del sebo. Por eso, debemos exfoliar el rostro una vez por semana durante las vacaciones, pero no más de eso. Y, en el caso de piel con imperfecciones, combinemos crema solar con un producto a base de ácido salicílico”.


Te recomendamos mirar este video de Es Cuestión De Piel para que veas el orden correcto de aplicación de cremas para el cuidado de la piel.
Ya sabés cómo cuidarte y protegerte del sol, ahora ¡llevalo a la práctica!

La Redacción

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