Naturalmente, la llegada a los 50 años de vida requiere de cambios. ¿Qué necesita el cuerpo a esa edad? Te contamos los detalles.
Cada etapa de la vida tiene sus necesidades: la piel no necesita lo mismo a las 20 que a los 50. Por eso, es importante conocer qué necesita la piel, el pelo y las uñas a cada edad para mantenernos saludables y sentirnos bien con nosotras mismas.
Sin duda, un enfoque integral es lo mejor. Acá te damos 2 puntos claves a tener en cuenta.
Cuidado de la piel
Al llegar a los 50 años la piel se vuelve más delgada, seca y propensa a sufrir signos de envejecimiento, como las líneas finas o la pigmentación desigual, con mayor intensidad. Para contrarrestar estos cambios, los productos anti-age contienen fórmulas especialmente diseñadas para pieles maduras, ya que aumentan la renovación celular. Además, las pieles maduras son más vulnerables a los rayos UV, por lo que el uso diario de un FPS alto es vital.
Es importante aplicar estos tratamientos de día de noche, después de una limpieza profunda y una buena hidratación. Para el contorno de ojos y labios existen productos especiales ya que esas zonas, naturalmente, tienen piel más fina y sensible.
Cuidado de la alimentación
Según los especialistas, una dieta rica en fibras puede impulsar la energía de las mujeres de más de 50, ayudándoles a hacer frente a los cambios hormonales. Lo ideal es consumir unos 25-35 gramos de fibra por día. Podemos encontrarla en granos enteros, frutas y verduras. Por otro lado, el consumo de calcio es fundamental. Lo ideal es incorporar unos 1.200 miligramos diarios, lo que equivale a 3 o 4 porciones de lácteos bajos en grasa. A esto súmale vitamina D que es crucial para los huesos sanos, la piel flexible y el cabello.
También, suma a tu dieta pescados grasos (salmón, atún, sardinas), legumbres y aceite de linaza, que se obtiene de las semillas de la planta de lino que aportan vitaminas B y omega-3 claves para equilibrar las emociones y sentirnos bien.
Cuidado del cuerpo
Querernos y confiar en nosotras es importante para afrontar todos estos cambios. Empezar por mejorar la postura del cuerpo es un buen primer paso. Espalda derecha y mentón en alto, nos ayudará a pararnos firme y estilizar nuestra silueta. Pero, sobre todo, hacer un trabajo mental y espiritual es esencial para sentirnos bien. Yoga, meditación o pilates pueden ayudarte a mejorar tu respiración y anclarte en el presente.