Consumir frutas y verduras en variedad de colores nos aportará numerosas vitaminas. ¡Enterate qué te aporta cada una según su color!
Según un conocido dicho popular “la comida entra por los ojos” y mucho de ello es cierto ya que existe la denominada cromoterapia, una terapia que hace uso de los colores para armonizar o estimular diferentes formas en el organismo humano. Esto se basa en la sensibilidad de los ojos a las vibraciones de la luz, lo cual en el cerebro se manifiesta como la sensación de color. Y es así que un plato con diferentes colores se torna atractivo a la vista y, a su vez, sumamente saludable. ¡Cuantos más colores tengamos más vitaminas y proteínas consumiremos! Veamos algunos de ellos y qué vitaminas encontramos en cada uno.
Rojo
El licopeno aporta el color rojo y se encuentra en los tomates, sandía, cerezas y pomelo rojo. Se relaciona con una menor incidencia de enfermedades coronarias. También la presencia de antocianinas añade el color rojo en verduras y frutas como frutillas, granada, ciruelas, ají rojo, tomate y cerezas, que ayudan a mantener una buena memoria y a mejorar la salud cardiovascular.
Verde
Los colores verdes se deben a la presencia de clorofila y se observan en las espinacas, lechugas, espárragos, entre otros y poseen funciones anticancerígenas. La luteína y zeaxantina - dos pigmentos amarillos que se encuentran en muchas plantas- se pueden hallar en las hojas verdes como espinaca, brócoli, acelga, ají o lechugas y en frutas como la uva verde y el kiwi. Además, muchos vegetales verdes poseen altas cantidades de ácido fólico, que reduce el riesgo de malformaciones fetales durante el primer trimestre de embarazo.
Amarillo
La luteína y zeaxantina también están presentes en frutas y verduras de color amarillo: melón, peras, maíz y cuentan con el beneficio de proteger la vista. Muchas tienen presencia de carotenoides que permiten la regeneración de tejidos y purifican al organismo de los efectos del tabaco y la contaminación. Se encuentran en mayor proporción en el pomelo amarillo, el ananá o el melón.
Naranja
Mango, naranjas, zapallo, zanahoria son exquisitos tanto solos como en ensalada. ¿Sabías que también contienen luteína y zeaxantina? Estos compuestos químicos pertenecen a los carotenoides y están relacionados con la protección contra la degeneración macular -la mácula es la parte del ojo que se encarga de la agudeza visual-. Además, son antioxidantes y poseen propiedades anticancerígenas.
Blanco
Las antoxantinas son los pigmentos blanco-crema y se encuentran en las cebollas blancas, coliflor, papas, bananas y ajos. Poseen características antioxidantes, protegiendo a los tejidos de efectos dañinos y retrasando el proceso de envejecimiento. Además colaboran en la prevención de diabetes tipo II y en la reducción del colesterol. Muchos vegetales y frutas blancas poseen potasio, un mineral importante para nuestro cuerpo ya que ayuda a prevenir la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares. El potasio se encuentra en muchos vegetales, hallándose en más cantidad en la espinaca, papas, batatas, banana y cítricos.
Morado/Violeta
El color morado o violeta se debe a la presencia de antocianinas, tanto en frutas como en verduras. Estas se encuentran en berenjenas, moras, repollo colorado, arándanos o remolacha. Favorecen la salud de las vías urinarias y ayudan a combatir el envejecimiento. El resveratrol, una sustancia natural presente en uvas moradas, promueve la prevención de enfermedades cardiovasculares. Y vos, ¿ya pensaste qué vegetales vas a incluir en tu próxima ensalada? ¡Las opciones son múltiples!