Ok

Ok Cancelar

Gracias

Cerrar

Calores y menopausia: ¿por qué suceden y cómo lidiar con ellos?

Te contamos todo sobre los sofocos, uno de los efectos secundarios del cambio hormonal y el síntoma más conocido de la menopausia.


Hasta el 80% de las mujeres experimentan sofocos y sudores nocturnos, y son una de las causas más comunes de malestar durante la menopausia. Los calores pueden ocurrir durante la perimenopausia, el período antes de la menopausia que dura, en promedio, cinco años y hasta diez años después de la menopausia. Comprender estos sofocos es el primer paso para que sea más fácil convivir con ellos.

¿Qué son los sofocos?


Un sofoco es una sensación repentina, incontrolable y espontánea de calor que comienza en el cuello y la cara, a menudo acompañada de enrojecimiento y sudoración, y algunas veces se informa de escalofríos inmediatamente después. Es el equivalente diurno a los sudores nocturnos que a menudo son más intensos, también un síntoma muy común de la menopausia.

Durante la menopausia, la disminución de los niveles de estrógeno altera el mecanismo que regula la temperatura del cuerpo que se encuentra en el hipotálamo. Cuando esta glándula se ve afectada por un desequilibrio hormonal, envía erróneamente el mensaje de que el cuerpo está demasiado caliente, lo que provoca un aumento en la frecuencia cardíaca y la dilatación de los vasos sanguíneos que causan enrojecimiento y transpiración, todos mecanismos naturales diseñados para enfriarlo. Esto puede ser útil en el verano o durante un entrenamiento, pero puede ser incómodo y vergonzoso cuando sucede de la nada. La mayoría de las mujeres los experimentan durante la perimenopausia, pero este síntoma puede durar un tiempo después.

¿Qué ayuda a los sofocos?


La repentina oleada de calor puede empeorar por varios factores, como la emoción intensa, el estrés o el alcohol. Evitar la cafeína, los alimentos picantes y los cigarrillos puede ayudar a reducir los calores y los sudores nocturnos, y elegir ropa suelta y telas transpirables lo mantendrá cómodo.

Tratar de relajarse lo más posible ayudará a su cuerpo a sobrellevar mejor las situaciones estresantes. El ejercicio regular de cardio, el yoga y la meditación pueden ayudar a aliviar la ansiedad en torno a los episodios.

Tu piel en la noche: combatiendo los efectos de dormir mal


Muchas mujeres experimentan sueño interrumpido durante la menopausia, en gran parte debido a sudores nocturnos e inquietud. Si el cuerpo pierde este tiempo vital para el descanso, los mecanismos biológicos requeridos para la regeneración y desintoxicación de la piel pueden verse afectados y conducirnos hacia una piel opaca, deshidratada, desigual e hinchada. Para combatir esto, debemos contar con activos adicionales dedicados a ayudar a la piel a encontrar confort y luminosidad, incluso si el sueño se ve afectado, como el ácido hialurónico que combinado con ingredientes descongestivos puedo colaborar con un rostro más fresco al despertar.

¿Funcionan los suplementos para los sofocos?


Como la mayoría de los síntomas de la menopausia, los sofocos y los sudores nocturnos son difíciles de eliminar por completo sin un tratamiento hormonal bajo supervisión médica, pero ciertos suplementos nutricionales y dietéticos a base de plantas pueden ayudar a aliviar los síntomas específicos, incluidos los sofocos.

Una opción es probar con plantas similares al estrógeno: se ha informado que la onagra, el árbol casto, la soja, el lúpulo o incluso el trébol rojo ayudan a reducir los sofocos. Agregar magnesio puede colaborar con el mejoramiento del estado de ánimo, aunque es recomendable consultar siempre con el farmacéutico, naturópata o nutricionista para optimizar el tratamiento.


Conocer estas causas y tener en cuenta los consejos puede ayudarnos a convivir con los sofocos.

go to top