El cabello es un arma de seducción para los hombres. Un buen corte y algunos movimientos del peine bien ejecutados son suficientes para lograr el look deseado. Te compartimos los tips de un especialista.
Para ejecutar con éxito estos trucos, le pedimos al estilista/bloguero Fred Birault sus mejores consejos para ayudarnos a sacar el máximo del potencial capilar.
El corte, el recurso que lo soluciona todo
Si tu cabello es fino, entonces, al momento de cortarlo, no pidas un corte demasiado corto porque aumentará la impresión de escasez. Además, las entradas no deben tener volumen: “¡Si inflamos el cabello a los lados, acentuamos su ausencia en la cima de la cabeza!”, explica Fred.
No pretendamos una melena cuando no la hay
Olvidemos los “recambios capilares” a los que recurren ciertos hombres (particularmente, las figuras de la política) que tratan de ocultar su calvicie replegando algunos cabellos por encima de una cabeza despoblada. Ellos apenas logran crear una ilusión, ¡y cuidado con la primera ráfaga de viento!
Tratamientos suaves para sus cabellos finos
Elijamos un shampoo suave que pueda ser utilizado regularmente sin irritar el cuero cabelludo. Tratemos de espaciar los lavados para evitar el círculo vicioso de la producción de sebo.
Apostemos por un look espontáneo
No busquemos un peinado impecable. Si el corte es bueno, podremos jugar con el volumen para lograr cierto efecto indefinido repartiendo armoniosamente el cabello. Cuestiones a evitar: las espumas que fijan, los geles que aplastan... “¡A no ser que adoptemos un look “Mad Men” total!”, precisa Fred, riéndose.
Cuando quieras marcar el pelo, decile "no" al gel que aglomera y reseca. Fred prefiere un spray de agua de mar, estilo surfista. El agua salada le da textura al cabello y fija el peinado con ligereza.
El truco que funciona
¿Un arma secreta para aquellos a quienes se les empieza a ver el centro de la cabeza (la famosa “rapada” de los monjes)? Colorear el cuero cabelludo desnudo con queratina en polvo o con shampoo seco coloreado. Eficacia garantizada: ¡el volumen parece duplicarse!
Barba, ¿sí o no?
Sí, siempre y cuando el rostro se preste. ¡Pero cuidado!: que no sea demasiado larga para poder mantener un equilibrio entre la parte alta y la baja. Una barba de cuatro días máximo suele vestir bien el rostro.