Mantener buenos hábitos de cuidado y prevención hará que nuestro pelo luzca increíble. Para ello debemos prestar atención a las siguientes recomendaciones.
Alimentación
¡Ya sabés que dicen que somos lo que comemos! El pelo forma parte de nuestro organismo y todo lo que consumimos -y todo aquello que falta- repercute también sobre él. Para tener un cabello fuerte es básico incrementar el consumo de frutas, verduras, frutos secos, lácteos y pescado. Otro insumo fundamental es beber al menos 2 litros de agua mineral por día.
Sol
Tal como ocurre con nuestro cuerpo, si el pelo se expone de manera excesiva a los rayos UV, nuestro cuero cabelludo se reseca y debilita. Esto no sólo afecta directamente a los folículos que sostienen cada fibra, sino que el cuero cabelludo puede escamarse y traer otros problemas más allá de la caída capilar.
Si querés evitar esto no te olvides de proteger tu cabeza al momento de exponerte al sol. Ya sea un gorro, sombrero o pañuelo el área tiene que estar con un escudo protector que permita repeler el impacto nocivo de los rayos UV. No te olvides de usar una crema hidratante post solar para devolverle al pelo la fuerza que perdió.
Estado anímico
Los cambios hormonales, así como los cambios de estación en el clima, causan una pérdida de cabello. Lo importante es poder determinar si las consecuencias son significativas o no para hacer un tratamiento al respecto.
Los médicos consideran que una pérdida mayor a 1000 fibras capilares por día es una anomalía, por lo que no debés preocuparte si notás un poco más pelo en tu ropa que de costumbre. Puede tratarse de una fase dentro de tu ciclo menstrual o un cambio propio del crecimiento.
Los estadios de la psiquis son factores determinantes en la caída del cabello. El estrés producido por un exceso de trabajo, angustia o falta de sueño quedará manifiesta inmediatamente sobre tu cuerpo. Y una señal visible es la pérdida abrupta de cabello. Consulta inmediatamente a un profesional para atacar el problema lo antes posible y evitar que empeore la situación.
Tips de buenos hábitos
- Cepillar diariamente de manera suave para estimular la circulación sanguínea en el cuero cabelludo. Los nudos tenés que tratarlos con extrema precaución. Si el nudo es muy severo podés aplicar directamente sobre éste un poco de aceite de coco y dejar actuar por un momento, antes de volver a cepillarlo.
- Cortar una vez al mes las puntas del cabello. Con el paso del tiempo se van quebrando y haciendo que el pelo se vea más opaco.
- Enjuagar con agua fría. El agua caliente suele debilitar el cuero cabelludo, haciéndolo lucir seco y sin brillo. Con la baja temperatura se sellan las cutículas capilares y el pelo luce más brillante y sedoso.
- Evitá el calor excesivo. Tal como ocurre con los rayos UV, el calor extra que provoca el uso frecuente de planchitas, secadores y rizadores hace que el pelo se estrese. Las fibras se aplanan al quemarse y las puntas se abren como señal de debilitamiento.