Si buscamos disminuir ese brillo excesivo e incómodo, controlar el acné y reducir visiblemente los poros, sólo resta tener en cuenta los siguientes tips. ¡A tomar nota!
Piel menos oleosa y más fresca a diario es el principal objetivo que seguramente todas las personas perseguimos en nuestra rutina. Pero para lograrlo debemos hacer un buen tratamiento para piel grasa. En este caso lo más importante es limpiar, exfoliar, hidratar y aplicar tratamientos específicos para controlar la producción de sebo.
Limpieza: el primer paso de cualquier tratamiento para piel grasa
Dos veces al día es imprescindible eliminar la suciedad, el polvo, las partículas de la contaminación y también cualquier resto de maquillaje que pueda llegar a obstruir los poros. Para ello, lo mejor es recurrir a una limpieza completa y profunda con productos ligeros con ingredientes específicos para piel grasa. En este punto, lo ideal es seleccionar aguas micelares, jabones o geles que barran todo aquello que pueda acumularse y generar imperfecciones.
Exfoliación, ¡pero sin excesos!
La exfoliación también es una parte importante de cualquier tratamiento para la piel grasa, pero no debemos excedernos. Haciéndolo una vez a la semana, ya lograremos que las células muertas se vayan del rostro y mantendremos los aceites que son necesarios para mantener un equilibrio y homogeneidad en el rostro.
Hidratación sí o sí
Como una manera de compensar la falta hídrica, nuestro rostro produce más grasa, por eso es indispensable nutrirla con cremas adecuadas. Cuando la piel esté completamente higienizada, hay que continuar con algún producto que ayude a fortalecerla. Al calmarse, va a dejar de producir el exceso de sebo responsable del brillo y las erupciones.
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Tratamientos fortificantes
Además de estos pasos diarios indispensables del tratamiento para piel grasa que recomendamos para ayudar a estabilizar la piel grasa y con tendencia acneica, Vichy desarrolló la línea Normaderm Phytosolution con productos ideales para desterrar puntos negros, enrojecimientos, poros dilatados, brillos, tono apagado y marcas. Si recurrimos a estas opciones como el Gel Purificante Concentrado o al Tratamiento Diario de Doble Corrección, lograremos un acabado mate y visiblemente más saludable que le devolverá todo su esplendor a nuestro cutis.
Entonces, ya conocimos como reducir la oleosidad y controlar el exceso de brillo, así como también la formación de imperfecciones. También debemos tener en cuenta otros aspectos como la ingesta adecuada de agua, el uso de maquillaje específico y evitar el estrés o ansiedad. Por último, no olvidemos que la constancia es el paso transversal a todos los que ya detallamos. ¿Listas para poner todo en práctica?