Luego de los 50, una nutrición apropiada es clave para enfrentar los cambios físicos que se producen en tu cuerpo. Para no desistir en el intento, te mostramos 5 máximas para alimentarte bien después de los 50.
Todos saben que seguir una dieta saludable puede significar un verdadero desafío, sobre todo durante las (tentadoras) vacaciones. Pero con la llegada de la menopausia, los cambios hormonales que se producen en tu cuerpo hacen que una buena alimentación sea más importante que nunca: por ejemplo, muchas mujeres necesitan un extra de calcio en su dieta para prevenir la pérdida de la masa ósea. Seguí estas 5 máximas para alimentarte y vas a estar más fuerte y energizada que nunca.
1. En el supermercado: directo a lo que necesitás
¿Querés evitar la tentación de llenar el carro de compras con dulces, snacks y otros productos no saludables? Dirigite directamente al sector donde se encuentran las frutas y vegetales y armate un carrito saludable y colorido. Las zanahorias y manzanas tienen mucha fibra y son perfectas como snack. Las hojas verdes como la espinaca tienen mucho hierro y calcio, esenciales para la mujer durante la menopausia. Tratá de comer muchos vegetales, crudos o cocidos, en tartas, ensaladas o como acompañamiento. Tienen gran variedad nutrientes y son bajos en grasas.
2. En restaurantes: empezá por una sopa o ensalada
La comida que sirven en los restaurantes puede ser muy rica pero suele tener aceites agregados, manteca o azúcar. Un gran truco para comer saludable, aun si estás fuera de tu casa, es pedir una entrada como ensalada o sopa, que son platos saludables y te dejan satisfecha para seguir con el plato principal sin culpa. Eso sí: evitá las frituras que contienen mucha grasa y no aportan nutrientes.
3. En el trabajo: elegí frutas o postres dietéticos
En una comida laboral suele ser difícil cuidarse, especialmente durante el postre. No tenés que evitarlo pero sí evaluar lo que comés: un plato de frutas o un yogurt de bajas calorías son opciones ricas, frescas y súper saludables. El calcio y la vitamina D presentes en los yogures ayudan a mantener tus huesos fuertes y las frutas, con azúcares sanos, te aportan ese toque dulzón que necesitás para después de un almuerzo.
4. Comidas en vacaciones: más vegetales y menos alcohol
Es (¡muy!) difícil mantener una dieta saludable durante las vacaciones pero este truco te va a ayudar a lograrlo: tratá de acompañar todos tus platos con vegetales (incluso, las pastas) y comé mucha fruta. ¿Alcohol? Sí, pero no en exceso. Podés disfrutar de una copa de vino por día (o, incluso, dos) para relajarte.
5. En casa, cuando no tenés ganas de cocinar
Afrontémoslo: algunas noches no tenés ganas de cocinar. Pero, en lugar de comprar comidas hechas o hacer pedidos a domicilio en lugares poco saludables, tené en el congelador platos listos que puedas usar en estos momentos. Cuando cocines, siempre aprovecha para “hacer de más” y guardalo en el congelador. Los alimentos congelados duran meses y tenés una comida sana y rápida para disfrutar cuando quieras.