A veces, tu cuero cabelludo se siente seco e irritado, como si estuviese pidiendo a gritos un tratamiento. La solución: elegir los productos adecuados. Te contamos cuáles son las señales a las que debes estar alerta.
Te pica
Sentís picazón y no podés rascarte. Estás en el medio de una reunión de trabajo y esta sensación comienza a incomodarte. No podés hacer nada más que pensar en tu cuero cabelludo. Y no solo te afecta en tu trabajo: mientras viajás en transporte público, estás en una cena o en una fiesta con amigos… ¡la picazón no te deja en paz!
Enrojecimiento
Te mirás al espejo y te encontrás con un cuero cabelludo colorado, como si estuviese irritado. En el baño, probás enjuagarte bien con tu shampoo, haciendo mucha espuma, pero al otro día el problema empeora... ¿Qué hacer?
Tirantez
Muchas veces, sentís tu cabeza tirante, como si tu pelo estuviese atado con una colita. Incluso, notás algo de caspa –o piel de tu cuero cabelludo– sobre tu pelo y tu ropa. Probás con unos automasajes pero la situación no mejora.
¡No esperes más! Ante estos signos de alerta, necesitás rever el tratamiento que le estás dando a tu cabello. Probablemente, el estrés, malos hábitos alimenticios y productos no aptos para tu cuero cabelludo –ahora, sensible– te están jugando una mala pasada. El uso de un shampoo no adecuado es uno de los causantes principales de un cuero cabelludo sensible: los más agresivos tienen a quitar la acidez natural de tu cuero cabelludo, dejándolo desprotegido y más propenso a la irritación. Utilizá productos suaves, especialmente formulados para pieles sensibles, sin sulfatos, que le devuelvan a tu cuero cabelludo su equilibrio fisiológico. Además, deberías mantener una dieta sana y equilibrada, alejarte de situaciones estresantes, evitar los peinados muy tirantes para que el pelo pueda respirar mejor y masajear tu cuero cabelludo regularmente para motivar la circulación sanguínea. ¡Manos a la obra… y a tu cabeza!